martes, 11 de junio de 2013

Hacia un desarrollo sostenible.

El desarrollo sostenible es aquel que satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacerlas; se basa en que la tasa de explotación de un recurso no puede superar la de renovación, la tasa de emisión de residuos no puede superar la capacidad de asimilación del ecosistemas y el desarrollo debe procurar un reparto equitativo y depende de la población mundial del consumo de energía por persona y la degradación por unidad de recurso.

El desarrollo sostenible debe evitar impactos en:
·        El suelo, como la desertización producida por deforestación, sobreexplotación de cultivos y sobrepastoreo.
·       El aire, como la contaminación por partículas en suspensión, N2O, SO2 y O3.
·        El agua, producidos por los vertidos contaminantes que van a parar a los ríos y mares.
·         Los organismos, como la pérdida de biodiversidad, para ello se debe proteger los hábitats naturales, impulsar la reforestación, proteger la especies en extinción, evitar la pesca intensiva y la caza furtiva y evitar la introducción de especies no nativas.

Para promover el desarrollo sostenible y evitar estos impactos en el medio ambiente se deben realizar acuerdos internacionales como:
·         La carta de la Tierra, en la que los países firmantes se comprometen a colaborar para la solución global de los problemas ambientales.
·         Agenda 21, que marca los principios para un desarrollo sostenible desde la perspectiva, ecológica, económica y social

·         Protocolo kyoto, en la ciudad de Kyoto en 1997 los países industrializados firmaron un acuerdo para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero que entró en vigor en 2005.

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